sábado, 12 de septiembre de 2009

Efervescente

Ella está deprimida sin razón. Han pasado dos lunas llenas, dos lunas nuevas y continúa así. Voluntad cero.


No era viuda, no huérfana, ni lisiada, ni desempleada. Tampoco deforme o ignorante. Era ella, simplemente. Con sus maneras de hacer las cosas y una ardiente personalidad.

Insistiendo constantemente en la salvación del planeta.

Colocando vendas a heridas ajenas.

Preguntándose inconscientemente: A mi, quién me limpia? quién me rescata?


Día 1: Se despierta llorando y con ganas de caer al piso directo de la cama. No se levanta.


Día 2: Se despierta llorando, se levanta de la cama, mira por la ventana. Cuanto sol! El día está hermoso y ella hecha añicos.


Día 3: Se despierta llorando, se levanta, mira el cielo, se sienta en el sofá. Se come un pastelito.


Día 4: Se despierta llorando, soñando, algo perturbador. Levanta el teléfono... pero no lo había pagado. Mierda!


Día 5: Se despierta llorando, se limpia las lágrimas. Come un pastelito. Se acuerda de su planta de geranios rosa, ahora sin geranios. La riega sin ganas.


Así tiene que salir y encontrarse de nuevo con el mundo. Se coloca el traje de invisibilidad y los lentes oscuros. Camina largo rato, sin detenerse en nadie, como llevada por hilos sin intención. Como la muñeca de un ventrílocuo automático.


Entra en una librería, ese lugar donde siempre se sentía mejor a pesar de todo. A pesar de la lluvia, del tráfico, del mal olor, de la necesidad de afecto, de la soledad, de la resignación...a pesar de lo que fuese. Librería refugio. Sin embargo ese día, no hay efecto anestésico. La Cabeza pesada, hay que continuar.


La brisa mueve sus cabellos, juega con ellos, los ondula aun más. Los pájaros disfrutan rodearla, el sol se acentúa para darle bienestar, las flores dan su mejor cara... el día mejora, pero ella no lo nota. Ella está muy mal.


Finalmente, se coloca frente a él. El mar también se arregla para recibirla. Luce su manto ambicolor y brillante. Brota de él ese aroma salado que tanto nos gusta a los humanos y saltan de felicidad algunos niños en la orilla.


Ella en un estado zombie, se adentra. Está tibia y más mojada que nunca. Sigue adelante, con la ropa y los lentes. Más adentro, más mojada.


Despierta!

Le pica todo el cuerpo

Se disuelve como una pastilla efervescente en el agua.

Qué me sucede? a dónde se fueron mis pies?


Una nube acuosa le roza la mirada. Una baba marrón, gris, negra... camaleónica.

Le duele tocarla. Duele en lo mas profundo. Cuesta respirar, aunque sin pulmones.


Un espejo por favor! como soy?.. que soy ahora?

No puede mover los brazos. Están muertos, están dormidos. Hormigueo general.

El mar, el agua...controlando su humanidad, ya no es más de ella


Despierta!

Ahora en la orilla


Otro día, lo intenta de nuevo

Mar, niños, sensación.

Otra vez el dolor. La nube está allí de nuevo. Esta vez trata de aplastarla, morderla, machacarla. Sin embargo, a la nube no le sucede nada.

A ella sí. El dolor duele más.

Duele la cabeza!

Quiero salir de aquí!


Vuelve otra vez. No por masoquismo, es que no era ella. Era ella representando un personaje, que se arriesga y se redime.


Entrando al mar, sube los brazos hacia el cielo, y coloca la cabeza hacia atrás. Como un acto de rendición, sin condena conocida.


Se disuelve

Se contrae

Se pixela

Hoy menos sol, menos brisa, menos sal. Hoy el agua cambia, puede ser que la estuviera esperando. Va mas adentro


Un niño le grita desde la arena: llévame contigo! no se nadar! llévame!

Ella lo ignora, se sonríe. Primera sonrisa después de dos semanas.


Y allí está.

Hoy como pintada de violeta intenso. Es más dura, casi tiene piel.. y ese dolor otra vez.

Se acerca. Hoy la puede tocar porque ya no es nube. Se deja tomar con las dos manos.

Duelen las manos, duele la cabeza, duele el corazón.. aunque sin corazón.

La aprieta e intenta moldearla, separarla

Es imposible

que dolor! estoy disuelta!

y si me entrego? si me duermo? si me rindo?


Estoy mejor. Estoy tranquila. Allí están mis pies. El miedo cesa.

Ahora la observa. No le parece tan horrible, incluso hay algo hermoso en sus colores hoy. blanca?

Duele y es mía.


La contempló por dos días, sin moverse, sin luchar. Se hizo una con ella. Cada vez más sólida. Cada vez dolía menos. Se hacia más transparente, más accesible... flotando, flotando, flotando, disuelta, concentrada, marinada.


Oye! chica!

La despertó el rescatista.

Se materializó de nuevo y se incorporó con los ojos rojos y ardiendo. El chico le ofreció su espalda para traerla de vuelta, y así se montó sobre él.

Salió a la superficie una bolita, el se la entregó. Toma! Vámonos!


Al llegar a casa, tenía mensajes en el contestador. Una pila de platos por lavar. Música a tope proveniente del vecino.

Y el geranio había brotado una flor. blanca?

Blanca

Era como ella. De un color diferente. Cambiante. mutable y adaptable.


Se sentó en el sofá, comió un pastelito. Comenzó un libro nuevo.

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